viernes, 29 de noviembre de 2013

Veganizando y bizcocheando

No eres veganx. Pues ya somos dos. Pero lo cortés no quita lo valiente. Que no descartemos los productos animales del plato no quiere decir que tengamos que hacerlos el centro de nuestra dieta. Por eso y porque quizá no toleras bien los huevos o los lácteos; porque prefieres repostería menos pesada o porque conoces algo de la energía de los alimentos y sabes que huevos+harina+horno es una bomba...Vayamos al Grano presenta su BIZCOCHO VEGANO(fácilmente convertible en magdalenas si tiene la capacidad de distribuir una masa en varios recipientes) y....cha-chaaaaan...FROSTING VEGANO!!! Para los no modernos: un frosting es un glaseado de toda la vida pero con un nombre más cool. Para los no modernos: "Cool" es guay pero suena menos ridículo.
Bueno, a lo que vamos: Las recetas.

Cómo hacer el bizcocho/magdalenas:
Por una parte mezclamos 1/2 taza de harina integral + 2-3 cucharadas de cacao, algarroba o té verde en polvo + 1 cucharadita de bicarbonato + 2 cucharaditas de levadura. En otro recipiente, batimos 3-4 cucharadas de harina de garbanzo (diluidas en agua o leche vegetal hasta que tengan una consistencia parecida al huevo)+ 1/3 de tarrina de margarina no hidrogenada (la comercial es caca) +ágave o melaza al gusto + 1 yogur de soja.
Juntamos ambas mezclas y horneamos 30mn aproximadamente a 175ºC

Frosting de anacardos decorado con zanahorias


Cómo preparar el frosting: 
Ponemos unas horas a remojo o toda la noche, un puñado de anacardos o almendras peladas. Pasado este tiempo, las escurrimos y lavamos. Trituramos bien en la batidora los anacardos o las almendras + ágave en polvo + zumo de medio limón + 1 cucharada de aceite de coco o manteca de cacao+ vainilla al gusto. Dejamos la mezcla un ratito en la nevera para que se compacte y decoramos las magdalenas tipo cupcakes o hacemos una cobertura para el bizcocho. Nos podemos ayudar de una manga pastelera.

martes, 5 de noviembre de 2013

Documentales "de dónde quiero que venga lo que como"

En la fan page de Vayamos al Grano, a veces cuelgo documentales y reportajes que a mí me parecen interesantes. Uno de los temas más recurrentes es el de la agricultura respetuosa/ ecológica/permacultura. El título que los podría agrupar, sería "de dónde quiero que venga lo que como".
 Con lo generalizado que está Facebook y la inmediatez que le es innata, he olvidado incluirlos aquí. Pero no hay mal que cien años dure. Ahí van 3 de ellos: 


Agricultura natural: La historia de una huerta. (O cómo transmitir el placer de tener un huerto de permacultivo en poco más de 15mn)



La permacultura, con Bill Mollison (la persona que dió nombre a esta manera de cultivar y la dio a conocer por todo el mundo)


Semillas de libertad/seeds of freedom (Transgénicos, biodiversidad y soberanía alimentaria)


sábado, 19 de octubre de 2013

¡Ave, avena!

Ayer me levanté en modo avena. Vaya usted a saber por qué. Yo y mi saco de avena solos en casa, podía pasar cualquier cosa...me dijo "ven" y lo dejé todo.

        Nota importante: la última frase es poética/metafórica. 
                         Si alguna vez os hablase un paquete de 
                         avena o cualquier otro envase de vuestra
                         cocina, es importante que,efectivamente,
                         lo toméis como una señal...pero no de 
                         poneros a cocinar ese ingrediente. Es 
                         una señal...pero de otra cosa. Comen-
                         tadlo con una persona de confianza que
                         os pueda ayudar.  

Dicho esto, paso a describir qué hice en un par de horas con los copos de avena:
1.- Porridge para desayunar. Ideal para gente en modo "avena + no tengo tiempo": Puse a hervir 1 pera + ralladura de limón bio + vainilla o canela + 1 vaso de copos de avena en 2 vasos de agua. En pocos minutos está listo. Los serví con un orejón troceado y nueces pecanas.
 2.- Cookies "Puedo con todo"(alimentan más que un bistec y que 2 petit suisse): Mezclar bien 100gr de tahín + 100gr de crema de almendras + 100gr de melaza de cereal (cómo no, la mía era de avena, un reciente descubrimiento). Añadir 100gr. de pipas de girasol (eeemmm, peladas, claro)+ ralladura o esencia de naranja al gusto + 200gr de copos de avena. Cuando tengas tu pegote listo y estés pensando"quién-me-mandaría-a-mí-hacer-esta-receta-esto-no-va-bien", viene en tu ayuda el agua de azahar (5-6 cucharadas soperas)o de zumo de naranja. Verás como tu pegote denso se transforma en pegote manejable y puedes coger cucharadas y depositarlas en una bandeja para horno. Aplastas cada montoncito para que sea una galleta y no un mini-bizcocho y horneas a 170-180ºC durante unos 20-30mn y te saldrá algo como esto:
     

 3.- Postre hecho con lo que sobró de porridge: Esto me enseñó a hacerlo Leo, durante una estancia en su casa, en régimen de woofing. Él y su mujer vivían sin las comodidades actuales y, al no tener nevera, aprendí a reciclar la comida y convertir un estofado en paté o las sobras de cereal en puddings para la merienda, por ejemplo. En este caso, lo que hice fue disolver café de cereales (pero podría haber sido cacao en polvo) en un vaso de zumo de manzana y añadirlo a lo que sobró del porridge, junto con 1 orejón. Triturarlo y añadirle un poco de melaza de arroz y vainilla. Lo espesé con kuzu, lo dejé enfriar y lo serví con pera a la plancha. 




La avena era el alimento de los guerreros vikingos y escoceses. Es posible que el espíritu de uno de ellos esté pululando por mi casa y quiera recordar viejos tiempos y, de paso, recomendarme qué necesito en este momento.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Tarta pre-otoñal de membrillos

En nuestra finca, tenemos un árbol de membrillos que, por la razón que sea (espolear mi imaginación o sacudirme la pereza, problablemente), decidió darnos sus frutos de golpe y hacer que se empezasen a poner feos sin madurar del todo.
Por estos lares (y también por esos que andais el resto), no se estila hacer con ellos otra cosa que no sea carne o dulce de membrillo. A saber, cocerlos con un montón de azúcar, gracias al cual el dulce se mantiene compacto y el resultado se puede cortar en lonchas.
Pero como en casa ya no hacemos postres con azúcar, mi padre andaba desesperado sin saber qué hacer con aquella fruta que se iba a estropear. Por eso, rauda y veloz, adapté una receta que aprendí aquí y que ya había customizado anteriormente (en la página de Facebook de Vayamos al grano podeis comprobar el resultado).
Pero antes de ver cómo quedó esta segunda reinvención...una fotito de los membrillos antes de ser sacrificados para nuestro disfrute.

Os presento a los membrillos frecos




Qué ocurrirá si probáis esta receta:
No, los membrillos NO son dulces, sino que tienen un punto ácido como las fresas o las manzanas verdes. Así que este postre/merienda es ideal  para quienes no disfrutan de tartas empalagosas, para gente de "yo es que soy más de salado" y para quien desee redescubrir el sabor auténtico de las cosas.








 Cómo hacer la tarta (que es lo que os interesa)

 Necesitaremos
- Para la masa: 1 taza de harina de repostería, 1/2 taza de harina integral (en mi caso de avena), 2 pizcas de sal, 1 taza de aceite de girasol virgen (u otra grasa de calidad que aguante mínimamente el calor: aceite de sésamo virgen, mantequilla bio, margarina no hidrogenada...), 1 puñado de semillas de sésamo (o amapola)y 1/2 taza de agua.
- Para el relleno: 4 membrillos(aunque los de las tiendas suelen ser grandecitos y con 3 bastaría, una pizca de sal, 3 cucharaditas de kuzu (u otro espesante como maicena bio o arrurruz), 4-6 cucharadas de melaza de arroz (u otro endulzante natural), 6 dátiles y vainilla.

Preparación [en color los pasos que pueden hacer los niñxs que tenéis revoloteando por ahí, porque una tarta compartida desde el principio, es una tarta disfrutada hasta el final :)] 

1.- Pelar y descorazonar los membrillos (dicho así, suena cruel, no?) y cortarlos en gajos finos.2.- Colocarlos en un recipiente y añadirles la sal, el espesante (molido/pulverizado en caso del kuzu), la vainilla, los dátiles cortados en trocitos pequeños y la melaza.
3.- En otro bol, mezclar con las manos los ingredientes de la masa en el siguiente orden : harina, sal, aceite. Cuando estén ligados, añadir el agua. Amasar un poco más y por último, agregar el sésamo.
4.- Pincelar con aceite un molde apto para el horno.
5.- Sobre una superficie enharinada, colocar la mitad de la masa y extenderla con un rodillo hasta que pueda cubrir el fondo de nuestro molde, donde la colocaremos con cuidado y con un tenedor la pincharemos un poco (sin abusar, que tampoco es un colador)
6.- Verter el relleno
7.- Repetir el paso 5 con la otra mitad de la masa y colocarla a modo de tapa. 
8.- Sellar los bordes de arriba y de abajo (en el vídeo se ve muy bien cómo hacerlo)y volver a pinchar sin saña la superficie.
9.- Hornear aproximadamente 1h a temperatura 175-180ºC

10.- Dejar enfriar y probar el resultado!

Y si me preguntáis qué tal se conserva, pues no os lo sabría decir, porque la de pera no llegó a cumplir la edad de 24 horas! 



domingo, 28 de julio de 2013

Polenta con corazón

En Medicina Tradicional China, el verano se relaciona con el corazón e intestino delgado y con el elemento fuego.
El fuego es transformador; transforma, por ejemplo, vegetales crudos en un delicioso guiso pero, también es cierto que, si no lo mantenemos en su justa medida, carboniza lo que es expuesto a él.
El fuego nace de una chispa que, metafóricamente, sería una inspiración, una ilusión...una corazonada. Esa corazonada nos hace sentirnos vivxs, alegres, nos hace entregarnos y dejarnos llevar por esa intuición que nos guía y nos da la capacidad de crear una nueva realidad, tanto en la cocina como en la vida.
Por eso, también utilizamos la expresión "es descorazonador" cuando queremos referirnos a una situación que parece que no nos permite tener el impulso suficiente para hacer algún cambio, tomar una decisión, expresar aquello que sentimos o pensamos, que nos deja fríxs, sin chispa ni fuego; ese fuego que nos da calor y que es redentor y regenerador.
Es precisamente durante el verano cuando más sentimos la presencia de este elemento y tenemos la necesidad de salir de nosotrxs y entregarnos. Cuanto más libres seamos, como los niñxs y adolescentes, mayor será la chispa y capacidad de cambio. Sólo hay que traer a la memoria los veranos de nuestra niñez y juventud para comprenderlo: alegría, ganas de conocer lo nuevo, de vivir en un universo desconocido carente de las normas del resto del año. Meses en los cuales, la mayoría, vivimos nuestros primeros amores,  durante los cuales vivimos experiencias intensas y que, llegado Septiembre, nos hacen sentir personas nuevas.
La rigidez que conlleva para muchxs la edad adulta, nos hace perder ese punto de locura y disfrute.
Apelo a que descontracturemos el corazón y, de paso, os dejo una receta muy veraniega, hecha con polenta (sémola de maíz) con salsa rojo pasión para crear en la cocina y en la vida. Receta especialmente dedicada a quienes tuvieron o tienen una corazonada...para que no les acaben rompiendo el corazón.


Cómo hacer la polenta: 
-Poner 250gr. de polenta en un cazo con 750ml. de caldo de verduras y un chorro de aceite de oliva virgen o mantequilla bio. Dejar cocer unos 15mn o hasta que absorba todo el líquido y coja consistencia sin dejar de remover.
- Por otro lado, laminar una bandeja de champiñones (los míos eran Portobello), cortar en juliana un par de puñados generosos de pimientos de Padrón (sin semillas) y picar una cebolla.
- En una sartén, rehogar la cebolla, los champiñones y los pimientos
- Mezclar las verduras con la polenta y añadir perejil picado
- Volcar la mezcla en una bandeja hasta que tenga un grosor de unos 2-3cm.y dejar enfriar. 
- Una vez fría (puede hacerse el día anterior), cortar en cuadrados como los de la foto y pasar por la plancha o sarten con aceite de oliva, sésamo o coco hasta que estén doraditos y servir sobre la salsa.
Cómo hacer la salsa:
-Saltear en una sartén 1 cebolla+ 1 diente de ajo con una pizca de sal
- Añadir 3 zanahorias cortadas a rodajas junto con orégano y agua que casi cubra todo. Tapar y dejar hacer unos 20mn.
- Triturar todo con 1/2 remolacha cocida, 2-3 cucharadas de vinagre de umeboshi + 2 cucharadas de concentrado de manzana

Como siempre, pero más que nunca...modificadlo re-cread la receta.


miércoles, 26 de junio de 2013

Crunchy yanky style

En la mesa, como en la vida, es importante disfrutar. Y es que a veces he oído a gente que comía tal o cual cosa por obligación, sin placer. Y me da penita.  Como esas personas que salen del médico con su lista de prohibiciones alimentarias y ya están amargadas antes de empezar. 
En macrobiótica se suele recomendar desayunar crema de cereales. Esto es, cereales muy cocidos a los que se les suele añadir frutas deshidratadas, semillas, leches vegetales, etc. Para mí es una delicia y la como la mayor parte del año fría o caliente, dulce o salada. Pero no todo el mundo disfruta con ello, de hecho hay gente que la come por obligación y acaba por aborrecerla. 
Para estos "otros yos" (porque a mí hay días en que también me puede pasar) o para quien no se atreve todavía con la crema pero quiere desayunar sano y energético o para quien desee un desayuno casero con el que poder viajar o como desayuno de transición para los adictos a cereales industriales, llega, atención...redoble de tambores...CRUNCHY YANKY STYLE!!


Super crujiente, fácil de hacer y sin nada que envidiar a los que se venden y con el superpoder de darle el sabor que te apetezca!

Cómo hacerlo:
-Precalentamos el horno a 150-175ºC
-Ponemos un cazo a fuego bajo con 2 cucharadas de crema de cacahuete + 2 cucharadas de manteca/aceite de coco + melaza de arroz al gusto + especies al gusto (este lleva vainilla y una mezcla tipo "all spice") + un chorrito de líquido para que la mezcla emulsione bien; en mi caso fue leche de espelta pero puede ser zumo de manzana u otra leche. En pocos minutos tendremos la mezcla hecha y será el momento de añadirle copos de avena, pasas y nueces pecanas, la cantidad que admita, hasta que todo esté impregnado.
-Lo vertemos en una bandeja de pirex o similar y la introducimos en el horno.
-Cada 5-10 mn. debemos abrir el horno y revolver la mezcla para que no se nos quede petrificada. Al cabo de 30mn aproximadamente, veremos que la masa pegajosa se va transformando algo parecido a lo que venden en las tiendas y daremos saltitos de alegría.
-Lo sacaremos del horno y dejaremos enfriar cuando esté doradito y casi seco. Cuando esté completamente frío, es cuando podremos disfrutar de su textura super crujiente y volver a dar saltitos de alegría, esta vez acompañados de víctores tipo "lo conseguí, nunca más compraré los comerciales, ya sólo quiero crunchy yanky style!!" o de estilo similar.
crunchy yanky style con plátano y leche de avena.


Cómo desyankizarlo:
Sustituyendo la crema de cacahuete por otra de almendras, avellanas, sésamo, etc y las pecanas por otro fruto seco o semillas más de la tierra (nueces, almendras, pipas de girasol...)

Si estás feliz desayunando crema de cereales...
Pruébalo de merienda...y cuéntamelo.

sábado, 8 de junio de 2013

Mi macrobiótica, tu macrobiótica, su macrobiótica...

Tienes 5 segundos para responder a la siguiente pregunta: ¿En qué piensas si digo "macrobiótica"?
..........
¿Has respondido tofu, soja, arroz integral o algo similar ?
Y quién soy yo para negártelo! Ah, sí, la que escribe este blog, la dueña y señora de este lugar! muajajajajaja Pues entonces, lo niego. 
¿Que yo sí como tofu? Cierto ¿y miso y arroz integral? También.
Pero quizá tú no y también comes de manera macrobiótica. 
Macrobiótica es estar en equilibrio con el entorno y mantener el equilibrio de ese entorno.
Macrobiótica es saber lo que necesitas, cuándo y de qué manera. 
Macrobiótica es conocer la naturaleza y...oh, gran descubrimiento! qué somos nosotros sino naturaleza?! (absténganse de leer este texto ciborgs y replicantes)
Olvida todo lo que has oído hasta ahora al respecto. 
Macrobiótica no es seitán. Macrobiótica eres tú.
Bueno, toda esta pseudopoesía, que haría ruborizar al mismísimo Gustavo Adolfo Bécquer (las tengo peores y las postearé. Soy así de generosa), es para contaros que, una manera de llevar esto a la práctica es comiendo local, autóctono y ecológico.
Ensalada con nuestro diente de león
Yo lo estoy llevando a la práctica con un huerto. Por el momento tenemos patatas, cebollas, puerros, fresas, guisantes, judías, escarolas, lechugas, coles, zanahorias, tomates, rúcula, berros y diente de leónademás de algunos árboles frutales.
Cargando hierba seca en la carretilla para hacer acolchado

Pero a pesar de lo increíblemente buena poetisa que soy, otros dones artísticos, como la capacidad de fotografiar, no me han sido otorgados; por ello no me he dignado a sacar una sola foto decente, sino estas otras que no reflejan la magnificencia de la cuestión. 
Semillas de escarola. Efectivamente, la escarola no nace de la nevera del súper.

martes, 23 de abril de 2013

Encurtidos D.I.Y.

Probióticos, bífidus, acidóphilus, flora intestinal...si no estás pensando en yogures y productos similares tienes suerte. La industria láctea ha conseguido apropiarse en los últimos años de estos términos e inculcar la idea de que sus productos son los únicos que permiten mantener un buen equilibrio bacteriano en nuestros intestinos.
Sin embargo muchos alimentos tradicionales tenían esta función. De todos ellos, los encurtidos son, quizá, los más propios de este país. ¿Quién podía, hasta hace poco, imaginar un aperitivo sin olivas o pepinillos y cebollitas (las conocidas como "banderillas"). Esta tradición se ha ido perdiendo y la calidad de estos productos hace tiempo que no es la de antaño.
Buenas noticias: se hacen en casa y solitos! sólo tienes que cortar verduras y ellas, muy hacendosas, se convierten en encurtidos.

Encurtidos de zanahoria, cebolla, col y alcachofas
No voy a comentar los innumerables beneficios de comer una pequeña cantidad de estas delicias porque hay gente que lo ha explicado divinamente. Aquí, aquí y aquí encontraréis toda la información básica sobre qué son, cómo se preparan y qué nos aportan.


Mis recomendaciones recomendables:
-Salen mejor en botes herméticos como el de la foto
-Los míos están hechos condimentados con ajo en polvo y pimentón de La Vera...nunca los había probado tan ricos!!

martes, 2 de abril de 2013

Menú de tierra

 Una vez leído el título de esta entrada y descartado, por obvio, que sugiera comer tierra, barro o arena, es cuando descubrís a qué me puedo estar refiriendo.
 ¿No? ¿ninguna pista? Bueno, pues pongámonos en situación.
Típica comedia romántica o sitcom, donde la chica, despechada y decepcionada, quizá humillada, ataca sin compasión un helado tamaño XXL o bien un trozo de tarta que empalaga sólo con mirarlo. El dulce la reconforta, parece que calme su desgracia. Pero alguna vez nos hemos preguntado por qué la susodicha no devora un plato de jamón, unas aceitunas o un bocadillo de atún?


  Pues bien, esto es porque en una separación amorosa, el elemento tierra (que se relaciona con el sabor dulce) es el gran afectado. Para calmarlo, pobrecito, le damos dulce a toneladas.
 Dejemos atrás a la rubia oxigenada y defraudada porque el chico más popular del insti se ha ido con otra al baile de fin de curso.
 Ahora estamos en el día a día. Cómo podemos notar que nuestro elemento tierra no está como debería? Lo más evidente es el enganche al azúcar que casi todos tenemos o hemos tenido, que se expresa en deseos irremediables de llevarse algo dulce a la boca. No tan evidente son los famosos "bajones" de azúcar que le dan a algunas personas y que se consideran como algo normal en nuestra sociedad. Las alteraciones de la glucemia en sangre son un posible indicador de una tendencia a padecer diabetes en un futuro.
 Dejando de lado los síntomas más físicos, vayamos a indagar qué puede sentir la chica del helado que no va a ir al baile con el capitán del equipo de fútbol. Seguramente falta de confianza, pensamientos obsesivos sobre lo ocurrido una y otra vez,  dudas, decepción, sentimiento de pérdida, falta de apetito durante un tiempo...
 Sin llegar al tópico de este personaje, cada uno/a de nosotro/as tiene que reconocer cuándo se siente la rubia oxigenada en su día a día, autocompadeciéndose y sintiéndose una víctima de quien sea o de lo que sea. Pongo mi granito de arena (o tierra, jijiji) para que el victimismo no nos lleve a meter la cabeza en helado de merengue con trocitos de cookies caramelizadas.




Y el menú consta de...
- Puré de mijo
- Azukis con calabaza
- Un poquito de chucrut
- Nishime de cebolla, zanahoria, hinojo y repollo con pipas aliñadas con vinagre de umeboshi.
- Tarta de plátano de postre (con base de pan germinado)




domingo, 17 de febrero de 2013

Difunde la palabra

...o por qué estas crepes convierten a cualquiera a una alimentación con grano entero.
crepe con aguacate y ensalada prensada
Desconozco el origen de la receta pero yo la conocí gracias al fantástico blog Comer y Callar. Reconozco que mi fanatismo por el trigo sarraceno ya me había llevado a crear un sarrasoto (término pendiente de registro de propiedad intelectual). Pero esta receta me hizo una conversa con afán de apostolado y la hago allá a donde voy. No contenta con la receta base, pronto transformé las crepes en tortitas dulces para llevar y en escalopas saladas con verduritas y pescado.

 Probad a hacerlas, sorprendeos y difundid la palabra!!

Crepes rellenas de crema de almendra y mermelada

Cómo hacer las crepes:
Casi da vergüenza explicar la receta de lo fácil que es...Sencillamente hay que poner a remojo durante unas horas (o toda la noche) el sarraceno. Pasado este tiempo, se escurre en un colador y se enjuaga bajo el grifo. Y si os pensáis que el sarraceno se ha resfriado de tanto estar en el agua porque no para de soltar mocos bajo el grifo, ya os digo que no son los mismos que tenemos los vulgares mortales, sino mucílagos.
Pues bien, una vez debidamente instruidos en las mucosidades vegetales, podemos pasar a triturar con la batidora el sarraceno con un líquido (agua, bebidas vegetales, caldo...)y una pizca de sal. Lo vertemos en una sartén que no pegue o en una crepera (o filloeira) ligeramente engrasada. Allí lo dejamos tranquilito hasta el momento de darle la vuelta con mucho cuidado para que se dore por el otro lado y...crepe hecho! Aquí empieza la tarea de cada un@ creando rellenos. 

Cómo hacer las escalopas:
Con la misma y sencillísima masa base pero dejándola un poquito más espesa. La mezclamos con las verduras/pescado/tofu/tempeh (no cambien de canal ls que no conozcan estos últimos ingredientes)y la vertemos en la sarten en montoncitos, dejando que se hagan bien por ambas caras. 

Tortitas dulces:
(de las que no se adjunta documento gráfico)Éstas, las hago triturando el sarraceno con bebidas vegetales, manzana, pasas, canela y todo lo que tenga a mano y procedo como con las escalopas. 

Qué puedo esperar de este experimento? 
Desde tiempos inmemoriales, en todo pueblo, aldea y villa de este vasto planeta; en todos los idiomas y dialectos, gente con la piel negra, blanca, marrón y roja, gente con grandes fortunas y otra que vive con pocas monedas ha conseguido que, a través de la cultura oral, llegue hasta nuestros días una máxima gastronómico-culinaria impagable: LA PRIMERA CREPE NUNCA SALE BIEN. Así es...no dejéis que esa primera y maldita crepe que se pega o se rompe os desanime para seguir profesando la fe crepera.

La puntilla...
El sarraceno es muy rico en hierro, ayuda a mantener los capilares en buen estado, calienta el cuerpo (ideal para personas frioleras) y es calenturiento en otros sentidos...you know...déjate de ostras y prueba este grano.

lunes, 4 de febrero de 2013

Tarta de peras de Codru a ojímetro


Codru es una compañera de clase de ESMACA. Ella fue la que me pasó la receta de esta tarta. Digo que es a ojímetro porque anoté los ingredientes pero sólo las cantidades de algunos. Pero la cuestión es que salió bien y yo también puse alguna cosa de mi cosecha. Ahí va la receta que yo finalmente compuse, como siempre, para customizar al gusto.


Cómo hacerla:
Para la base, mezclamos 1 taza de copos de avena finos + 1/2 taza de harina integral de espelta + 1/2 taza de almendra tostada molida + un chorrito de aceite virgen (oliva o sésamo) + 2 cucharadas de melaza de arroz + zumo de manzana (necesario para humedecer la masa). Tapizar con ella un molde redondo desmontable y hornear a temperatura alta hasta que se dore .
El relleno es una compota de pera y manzanas: Pelar y cortar la fruta (puse 5 peras y 2 manzanas) y ponerla al fuego con canela o vainilla al gusto, una pizca de sal y un fondo de agua. A media cocción, añadir un vaso de zumo de manzana con una cucharadita de agar-agar en polvo. Al final de la cocción, agregar 2 cucharaditas de kuzu diluido en un poco de zumo y cocinar un par de minutos más. Verter la mezcla sobre la base y dejar enfriar.

Customización:
En mi caso, le puse unas gotitas de esencia de almendra a la base pero admite ralladuras de cítricos, vainilla, canela, cacao o algarroba en vez de harina, avellanas o nueces en vez de almendras...posibilidades hasta el infinito y más allá!

martes, 29 de enero de 2013

Empezando por el principio

Me gusta que me cuenten historias. Una historia bien contada siempre empieza por el principio. También me gusta ir al grano, culinaria y figuradamente. Por ese este blog, esta historia, empieza por el principio...el principio del día y yendo al grano, con una crema de arroz para el desayuno.


Crema de arroz  coco-fresa

Cómo hacerla:
Cocer un vaso de arroz integral de grano redondo con un trocito de alga kombu (en mi caso utilicé kombu de azúcar, una variedad autóctona) y 5 vasos de agua. 
En el largo tiempo que pasa hasta que el arroz se bebe el agua puedes hacer infinidad de cosas, el arroz no te echará de menos ni se sentirá solo si no te quedas mirando fijamente al fuego diciendo(te): "vengacueceyaquetengomáscosasquehacer". 
Una vez cocido, le añadí piel de limón sin (a)pesticidas + rama de canela + puñadito de pasas + melaza de arroz + 1 manzana rallada + 1 vaso de agua y otro de leche de avena y dejar que se haga unos minutos más, hasta que tenga la consistencia deseada.
Lo serví con coco rallado, canela en polvo, almendras tostadas y fresas deshidratadas.

Quien nunca ha hecho crema de cereal debe saber...

-No, no hay que hacer este proceso cada día, a menos que no tengas algo mejor que hacer. De hecho, estas cantidades son suficientes para unas 3 raciones. Puedes guardar la preparación en la nevera y calentarla por la mañana, poniéndole el topping que te venga en gana.
-Esta receta es la que surgió en ese momento pero depende de lo que te apetezca/tengas por casa/te convenga.